1. qué objetos te acompañaron toda tu vida?
Pocos, a partir de cierta edad, libros y revistas, no se me ocurren otras cosas, y se han mudado conmigo, a todos lados, aunque no siempre recibieron el cuidado que merecen. Ahora que lo pienso, no tengo mucho apego a los objetos.
2. sentís presencias, voces, músicas del trasmundo?
No. Siento un zumbido permanente en los oídos. “Lo que pasa es que me
estoy viniendo viejo” (Pappo).
estoy viniendo viejo” (Pappo).
3. qué pensás de la rosa, los anillos, el mar y los tatuajes?
¿Tengo que pensarlo? Nunca pienso en la rosa. Los anillos los relaciono con los espirales, con el eterno retorno, con esas paradojas de una vida circular. Pero tampoco lo creo, me gustan como ficción; los anillos ligan, y uno puede quedarse atado, o tensionar para romperlo ¿acaso las cadenas no son una serie de anillos entrelazados? Anillos; Círculos. El mar es otra cosa. Es otra cosa siempre. Me negué a conocerlo durante muchos años por temor, y mi primer acercamiento fue de noche, con la espuma salada cerrándome los ojos. El mar es la línea del horizonte más inquietante: del otro lado hay otro mundo, o no hay nada. Encima se agita, y hasta se enoja. Los tatuajes? Solo los pequeños, los que acompañan como un lunar dibujado por otro artista; los cuerpos ilustrados no me gustan.
4. cuál es tu superstición?
Seguro que debo tenerla, pero no me doy cuenta. Sí tengo temores.
5. en qué parte del cuerpo, el aire o el paisaje sentís la poesía?
En los ojos y en el pubis; en la distancia del cielo; en los montes quemados del noreste; en el horizonte histérico de las montañas; en el aire de pesado silencio de la cordillera; en el arroyo que se pierde en una quebrada o en la humedad de la selva; en una callecita casi oculta y sinuosa de una ciudad por descubrir, no importa en que lugar del mundo; en esa mujer que cruza la calle con su vestido leve; en la obviedad original de los chicos; en el aroma del café y el vino; en las chapas; los colores; la arquitectura de la pobreza; en la planicie delicada y tersa de un abdomen; en la curva de una mirada; en una conversación con un amigo o amiga; en el deseo.
6. escribís mientras escribís o antes o después?
Nada de lo que yo escriba antes será realmente escrito o será escrito tal cual. Escribo mientras escribo. Escribo cuando puedo, cuando me late, cuando me doy cuenta.
7. qué autores no releerías?
Muchos para los cuales ya no tengo tiempo. Aquellos que me aburren. Otros no los leería porque no los leería, Coelho (Paulo), por ejemplo, Isabel Allende, otro. Por lo demás, podría citar a muchos, pero nunca hay que decir que de esta agua no he de beber. Puedo arriesgar con uno: Neruda. Si después lo leo, no importa.
8. de los poetas que conociste cuál, cuales te parecieron que unían su vida a sus palabras?
Están los poetas que leí, leí sus palabras, y supe de su biografía, que no era otra cosa que palabras sobre su vida. Después están aquellos que conocí o conozco y leí o leo. Es difícil responder porque entre palabra y vida hay un ir y venir que va hacia un lado o hacia otro: hay poetas hechos por sus palabras y otros hechos por su vida. Con esto quiero decir que en unos sus palabras fueron su destino y en otros su vida forzó la palabra. Hay impostura en la palabra o impostura en la vida, o acierto en ambas. Y en el medio, lo que somos: humanos que parlan. Creo que en todas las articulaciones, vida y palabra estaban unidas, aunque de modo diferente. Al responder a esta pregunta, uno siente la tentación de juzgar dicha relación, y ajustarse a un estereotipo, pero creo que no es ese el objetivo de la pregunta, o no es la respuesta que me interesa dar. Conozco poetas de quienes no me interesa la vida que llevan (no me interesaría vivirla yo) y que sus palabras me tocan, aunque tampoco escribiría como ellos, y conozco a aquellos que sus palabras no me llegan, pero encuentro afinidad en sus vidas. En realidad, tengo amigos poetas, y a los amigos uno los quiere con mierda y todo. Pero si he de nombrar, no voy a nombrar a ningún poeta célebre, prefiero aquel viejo pintor, que vivía en la paternal, uruguayo en buenos aires, en su departamentito de calle Terrero, más poeta que pintor aunque no lo supiera, y que me enseñara tantas cosas, de vida y de palabras, aunque como dije, no viviría su vida ni escribiría sus palabras. Un desconocido: Pablo Beker.
9. qué, quién, quiénes escribe en vos?
Una legión.
10. vuelven algunas palabras, algunos temas o algunos climas?
Siempre. Incluso lo focalicé en un libro que se llama Incrustaciones. Da miedo, parece que uno se repite como si solo hubiese invocado algunas palabras, algunas simples oraciones.
11. en tu vida, la poesía como propósito, destino o circunstancia?
¿Propósito; destino o Circunstancia? ¿Quién es el suertudo que tiene la certeza? En mi vida la poesía es un “algo” que merodea. Dejé de resistirme.
12. qué quisieras leer mañana, que quisieras releer para siempre?
Mañana es casi presente: tengo pensado terminar de leer “Blanco Nocturno”, de Ricardo Piglia, y después me espera un libro de relatos de Mark Twain. Entre un libro de poesía y uno de narrativa, elijo el de narrativa. Releer un solo texto o a un solo autor (podrá decirse que no hay muchas diferencias) deber ser muy aburrido. De hecho releo, pero ese “para siempre” me aterra. Dimensión de la eternidad, como un hámster ciego corriendo dentro de su rueda. Sólo quisiera leer.
13. qué pensás del romanticismo alemán?
No lo pienso. He disfrutado de algunos de sus autores, y seguramente me he colado de muchas de las réplicas que generó como movimiento con su espíritu de ruptura del racionalismo y recuperación de una pregunta más humana. Pasión; locura, intuición; oscuridad ¿qué más levaduras?.
14. el silencio, la soledad, la transparencia, el orden, adentro, afuera, a veces, nunca?
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15. qué fue lo imposible?
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16. la poesía es una arma cargada de futuro, pasado, eternidad?
La poesía es un arma cargada de futuro es una cita; un eslogan; un clisé. Hermoso clisé, pero clisé al fin. Habrá que inventar otros, ya que la poesía, no es.
Ahora, si quisiese traicionarme en mi afán de no definir, diría la Poesía como una Búsqueda por excelencia porque busca también el objeto de esa búsqueda.
17. la poesía es literatura?
Como dije, la poesía no es. La literatura es literatura; definición o corpus de producciones orales o escritas que se modifica con el tiempo y con las estrategias del mercado. Últimamente sólo con estas.
18. qué lugar ocupa la poesía argentina en Latinoamérica y en la lengua castellana?
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19. cuáles poetas argentinos te parece que deberían estar y no están?
Deberían estar todos, seguro, y tendrán un lugar y un orden según quién establezca el canon. Somos demasiados, es un problema para cualquier antologador ¿no? (de dónde sacamos uno que tenga una amplitud de criterios que pueda abarcar todas las estéticas, todas las escrituras). Casi vamos a llegar a la conclusión de que estar en ese mítico lugar que ocupa la poesía argentina es más una cuestión de relaciones; de momento y de fuerzas de poder que de otra cosa. Pero al menos, en el caso de la poesía, casi las cuestiones de mercado no cuentan ¿o sí?.
20. alguien te llevó o fuiste solo a esa palabra oscura?
Si uno tiene la posibilidad de recordarlo se dará cuenta de que siempre está quien nos llevó a esa palabra oscura.
21. fuera de la poesía que campo del arte te interesa?
El cine; la plástica y las mujeres.
22. la poesía es una tarea del espíritu o una emanación de la historia ¿hay espíritu, hay historia?
Tendría que repetirme. No me gustan las definiciones, por eso prefiero decir que la poesía no es.
23. cuál es la mayor dificultad en la relación existencia-poesía?
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24. quisieras responder otras preguntas, quisieras hacer otras preguntas?
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Publicó:
‘Del Señor S Solo Sueños’ (En común con J.P. Yakoncick – Ediciones No Muerden, novela); ‘Poemas Notables’ (dentro de ‘Desfile de Monstruos’ – El Heresiarca & Cía., poesía); ‘Merodea’ (Ediciones Recovecos, 2006, poesía); ‘Todo se quema aquí’ (Ediciones Recovecos, 2009 y Ediciones Viceversa, 2010, poesía)
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