domingo, 1 de julio de 2012

SIMÓN S.ESAIN (MAIPÚ,PCIA DE BUENOS AIRES,1945)


                             



1 - ¿Qué objetos te acompañaron toda tu vida?
                                     
  El cielo, el sol, la noche, la casa, el patio, la calle, la radio, algunos libros, algunas fotografías. Me he mudado varias veces, algunas drásticas veces, y eso conspira contra la permanencia de los objetos. Trato de no perder fotografías y, con menos éxito, algunos libros. Supongo que las cicatrices no son objetos. Podría decir que mantengo mis amígdalas y mi apendicitis.


2 - ¿Sentís presencias, voces, músicas del trasmundo?
                                      
Me interesa demasiado este mundo para pensar en otros. Siento presencias del pasado, imágenes y voces del pasado, música del pasado. Demasiado a menudo compruebo mi ceguera, mi sordera, mis limitaciones cometidas en este mundo como para pensar en trasmundos. Todavía me desespera comprobar lo poco que aproveché este mundo, lo poco que lo entendí. Todavía me desespera ingresar de mejor modo a este mundo, como para pensar en otros, o como para necesitarlos. Imagino que al cabo de esta llegada, no importa cuándo, moriré como comando al que le falló su paracaídas.


3 - ¿Qué pensás de la rosa, los anillos, el mar y los tatuajes?
                                      
 La rosa, la tierna rosa, la delicada rosa, la dulce rosa, es, sin embargo, un violento desafío; la he pensado en la oscuridad, negra, oculta, sólo aroma reconocible. Por defenderme de ella.
                                       Los anillos se me asemejan a las maneas, a los eslabones, a las cadenas, a lo innecesario. Los anillos debieran ser siempre los mismos; no debieran fabricarse sino ser hallados. Quiero decir que debieran elegirnos, sin decirnos porqué.
                                       El mar, el absoluto más cercano, las voces, los rumores, el canto. El horizonte del mar. El obstáculo del mar. La profundidad del mar. La espalda del mar. Ulysses sobre el mar, el retorno al pasado, a lo que se ha sido.
                                      Detesto los tatuajes. ¡Qué anacronismo!

4 - ¿Cuál es tu superstición?
                                      
  No tenerla.


5 - ¿En qué parte del cuerpo, el aire o el paisaje sentís la poesía?
                                      
 Siento la poesía en el cuerpo de las palabras, en el paisaje de las palabras, en la vibración del aire de las palabras. Sobre todo cuando estas palabras se hinchan justo al pasar por mi garganta.


6 - ¿Escribís mientras escribís, o antes, o después?
                                       
 Escribir reúne esos tres momentos. Nunca escribo mucho. Enseguida me descargo y vuelvo a mi tranquilidad insulsa e inepta. Entonces, si hay suerte, ella me llama de nuevo. ¿Quién escribe cuando escribo, cuando pienso lo que voy a escribir? A veces soy yo, es decir, mis dolores, mis ausencias, a veces me ocurre lo que pienso; a veces ella me invita o me permite participar.


7 - ¿Qué autores no releerías?
                                        
 Los que me parecieron malos, fáciles, pesados, innecesarios.


8 - ¿De los poetas que conociste cuál, cuales te parecieron que unían su vida a sus palabras?
                                         
Conozco poquitos poetas y de estos conozco muy poquito de sus vidas. Es decir, conozco lo suficiente para callarme la boca. Pero pienso en Vallejos, en Dalton, en Lorca, en Hikmet, en Juanele, en Alejandra.


9 - ¿Qué, quién, quiénes escriben en vos?
                                         
A menudo pienso que es el niño quien escribe. A veces otros escriben por mí. A menudo no sé quién ni para qué escribe por mí, pero, por las dudas, le obedezco. Así que, para mí, la poesía tiene bastante de viejo camino y de encrucijada. Pero, mal o bien, me reservo la última palabra, la corrección, el título y el archivo.


10 - ¿Vuelven algunas palabras, algunos temas o algunos climas?
                                       
 ¡Inevitablemente vuelven! A veces me toman la casa, la sala, la cama. Como buen tonto, trato de que se sientan cómodos, les busco acomodo. ¿El último poemario debiera sustituir a los anteriores?


11 - ¿En tu vida la poesía, como propósito, destino o circunstancia?
                                      
 Como propósito y como búsqueda, como logro y como barrera.


12 - ¿Qué quisieras leer mañana, que quisieras releer para siempre?
                                       
A Eugenio Montale. A Raymond Carver. A Alejandra.


13 - ¿Qué pensás del romanticismo alemán?
                                        
 Me gusta. Es un hálito que siempre sopla.


14 - ¿El silencio, la soledad, la transparencia, el orden, adentro, afuera, a veces, nunca ?
                                       
 Sí el silencio, para oír lo otro. Sí la soledad, para oírme, para recordar. No la transparencia vacía, invisible, sí la oscuridad densa, y el error cargado, y el laberinto. Sí el orden, sobre todo adentro, la nave donde navegar, el estrado donde juzgar, el mapa. Adentro, sí, la reserva, la discreción, la preparación, los procesos íntimos, las luchas consigo, la casa, el sótano, el altillo, la buhardilla. A veces sí, sólo a veces, como con las amantes. Nunca, sí, los límites, los debidos límites, la frontera, el no ser para ser.


15 - ¿Qué fue lo imposible?
                                      
  Estudiar, prepararme, superar etapas primarias, encontrar maestros, ganarle tiempo al tiempo mejor.


16 - ¿La poesía es un arma cargada de futuro, pasado, eternidad?
                                        
 Si fuera un arma estaría cargada, y el futuro le esperaría. Pero no sé si es un arma; tal vez sea un escudo contra las armas; tal vez sea una carga sin cañón; tal vez seamos el hombre bala que se jubiló. Vemos poco hacia adelante; si nos ponemos anteojos nos vemos la punta de la nariz; si miramos hacia atrás vemos lejos; en todo caso tratamos de profetizar. Sin duda la poesía está cargada de pasado, hasta recargada de pasado; puede volverse un arma suicida. Supongo que la poesía se escribe para la eternidad, sea esta lo que sea o lo que resulte ser. Dicen que en la poesía no transcurre el tiempo. Supongamos que la eternidad de la poesía se relaciona mejor con las edades de sus lectores que con las cortes de alzada.


17 - ¿La poesía es literatura?
                                      
  Buena pregunta. Me tienta decir que no, que no lo es. Que es otra cosa, oscura, profunda, mediumnice, más propia de nadie, una desvelación. Que la poesía debe ser, es voz, manotazo, no texto.


18 - ¿Qué lugar ocupa la poesía argentina en Latinoamérica y en la lengua castellana?
                                         
 Estimo que ocupa un lugar honroso, detectable desde varios puntos (Martín Fierro, por ejemplo). En la lengua que usamos ocupa un lugar singularísimo, más valioso por esto que por significación académica (Tuñón, Girondo, Gelman, por ejemplo). Todo lo argentino resulta muy accidental, más dado a las esquinas que a las puertas.    


19 - ¿Cuáles poetas argentinos te parece que deberían estar y no están?
                                        
 ¿Te referís a las antologías, las ferias y todo eso que puede llamarse reconocimiento ínter pares? Conozco muy poco para meterme en eso. Pero supongo que toda lista es incompleta e injusta. ¿Para qué hacer otra con igual característica? Pienso en algunos amigos, pero eso sólo es síntoma de mi rango. Ahora, entre nosotros, en ese lugar ¿qué se dice de Urondo?


20 - ¿Alguien te llevó, o fuiste solo a esa palabra oscura?
                                       
 A los 8 o 9 años, de pronto, enamorado, empecé a escribir versos libres. ¿Los había leído? Supongo que sí; aun en medio del campo, en los libros escolares hay alguna poesía. ¿Supe que la rima no importaba o fui incapaz de producirla? Luego vino la lectura, Alfonsina, Borges, Whitman. No me alcanzaba con ser lector. Los envidié menos sanamente y traté de emularlos. Pero tal vez fue la angustia y el buscarle nombres, lo que me llevó a tratar de escribir poesía.

21 - Fuera de la poesía ¿que campo del arte te interesa?
                                       
Me interesan casi todos. Siempre que escribo pienso en lograr una escultura a partir de una confesión, de una deducción, de una intuición. Deben intervenir la fotografía, la plástica, la sicología, la piedad, el humor, el teatro, el cine, la música.


22 - ¿La poesía es una tarea del espíritu o una emanación de la historia? ¿Hay espíritu, hay historia?
                                         
No dudo de que sea una tarea, toda una tarea. Oscura, por tanto le cabe, tal vez ladeado, el nombre de espiritual. Claro que se ha vuelto histórica, aunque al menos sea para rechazar esa condición o para impulsarse de ella. Más sencillo que lo demandado resulta afirmar que hay espíritus y que hay historias. Diversas historias y diversos espíritus en construcción. Que las cosas suceden mejor en la base de la pirámide y el subir lo dejamos para los que se ponen plumas en la cabeza.


23 - ¿Cuál es la mayor dificultad en la relación existencia-poesía?
                                         
Ver. Encontrar momentos fuera de la ceguera. Sin visión no hay poesía.


24 - ¿Quisieras responder otras preguntas, quisieras hacer otras preguntas?
                                       
 De tomarme el tiempo necesario, surgirían otras preguntas, otras respuestas. Pero es como si pudiéramos tomarnos de la mano y salir a caminar sin rumbo y sin apuro. ¿Podemos?




Publicó :

 - Indignación de Noviembre (edición artesanal, agotada), Mayo de 1989 o El Humo, Musa Interventora, El Momento de Ahogarse (edición artesanal).

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