lunes, 30 de julio de 2012

ÁNGEL FARETTA (BUENOS AIRES,1953)




1.  qué objetos te acompañaron toda tu vida?

  El “congedo di guerra” de mi padre. Peleó en la primera guerra mundial donde fue herido y tuvo valor destacado. Él siempre lo conservó y yo sigo. Lo paradójico de caso es que ni siquiera eso sirvió  para que le dieran un lugar de reposo en un hospital porteño que se dice de la “comunidad italiana”. Hasta me acompañó una vez el agregado cultural de la embajada. No era por estar enfermo ni por necesidades económicas. Yo ganaba muy bien entonces. Más que nada era porque tenía 88 años y estaba solo durante casi todo el día. Por fortuna mi padre murió de golpe, sin casi enfermarse. En nuestra casa.
 También su anillo de sello. Que fuera antes de mi abuelo que era Angelo, como yo. Cuando fui mayor   un joyero amigo le cambió su D de Donato por la A de mi nombre y de su padre, como era tradición por siglos alternar tales nombres. Ya no habrá un Donato para volver a grabarle su inicial.

2.  ¿sentís presencias, voces, músicas del trasmundo?

 Tema peliagudo. En esto abunda el tonto y el improvisado. Le resumiré de este modo, he tenido siempre una concreta, casi física evidencia de la presencia de parte de la otra vida en ésta. Pero carente de todo trance místico, de los que por otro lado sospecho. Una presencia real de lo supramundano en este mundo. Si esto fue así desde que pueda recordar, el cine, sobre todo de Hitchcock, le agregó las imágenes correspondientes. Cualquiera de sus films; pero “Vértigo” -por ejemplo- es también ejemplar al respecto.

3.  qué pensás de la rosa, los anillos, el mar y los tatuajes?

La rosa me lleva a Dante, de los anillos creo haber contestado en una pregunta anterior. El mar en por qué no me fui a Italia cuando todavía era tiempo. De los tatuajes escenas de Jean Genet.

4.  cuál es tu superstición?
    
Superstición es lo que sobrevive -supérstite- de un dato tradicional. Pero como por fortuna conozco estos datos no poseo supersticiones, que serían como fragmentos, briznas de tales datos tradicionales.

5.  en qué parte del cuerpo, el aire o el paisaje sentís la poesía?

Es una zona anatómica que oscila del pecho hasta los genitales. El eje vertical así constituido me parece bastante claro en cuanto a su significado. ¿El paisaje? Umm. Es cosa de orientales y de ingleses. Los italianos no lo tenemos en cuenta por la propia variedad de la belleza del mundo físico de Italia. Hay que vivir en medio de la neblina y de la humedad o comer arroz para que el paisaje sea una preocupación estética.

6.  escribís mientras escribís o antes o después?

Hay una anécdota, no sé si apócrifa, de Stevenson en Samoa. Le indica claramente a su madre y a su esposa que no lo interrumpan mientras escribe. Una vez, por la tarde sale del estudio a la veranda, tal vez buscando aire para sus extenuados pulmones. Lo ve su madre y cuando vuelve al estudio, aquella entra sin llamar. “Pero te dije que no me interrumpieras mientras escribo”. “Pero si recién te vi salir a la veranda” “¿Y desde cuando el escribir es sólo deslizar la pluma sobre el papel?”

7.  qué autores no releerías?

Su nombre es legión porque en una época para mi era obligación moral leer la obra completa de todo el mundo.
 La lista es enorme. Pero hagámosla más sintética. Faulkner. ¡Dios mío! Parece uno de esos predicadores viajeros de sectas protestantes, charlatanes y borrachos, que gritan insensateces. Kafka tampoco. Un tartamudo mental y que a los que no tienen la menor formación espiritual o metafísica les parece profundo. La vez que leí a los trompicones la “Carta al padre” todas mis simpatías fueron con el progenitor. ¡Pobre padre!
   De Tolkien ya he dicho en “Espíritu de simetría”, que no lo releo porque temo contraer diabetes.

8.  de los poetas que conociste cuál, cuales te parecieron que unían su vida a sus palabras?

Padeletti, Rosenberg y Aulicino. 

9.  qué, quién, quiénes escribe en vos?

Me llamo Ángel ¿no? Escriben Italia, Roma, Grecia. Uno de los mejores elogios que he tenido se debió a quien fuera mi alumno, Fernando Regueira. Me dijo “Vos hablás como si estuvieras caminando por la via Apia rumbo a encontrarte con César o con Virgilio, preguntando cómo marchan las cosas en las Galias y demás”. Le dije que sí, pero que esto estaba al alcance también de millones de argentinos. Claro que ahora piensan en otros pasados modificables a piacere y allí, tiene usted -y según creo- el origen de tantas de nuestras desgracias. 

10.                        vuelven algunas palabras, algunos temas o algunos climas?

Sin duda. ¿Palabras? Se las dejo al exégeta o al lector despierto: la mayoría duerme la siesta o el sueño de lo injustos. ¿Temas? Más bien mitologemas. Y climas, sí, otoñales sobre todo

11.                        en tu vida, la poesía como propósito, destino o circunstancia?
  
 Si no se ofende no comulgo con ninguna de la tres. ¿Propósito? Parece una profesión. “Destino” algo oriental y soy muy occidental. Y “circunstancia” me recuerda a un charlatán español y eso ya me hace nublar la razón.

12.                        qué quisieras leer mañana, que quisieras releer para siempre?

Los rusos, sobre todo Gogol, Tolstoi y Chéjov. Horacio, que era de Venosa o Venusia de donde somos los Faretta. Maquiavelo, Dante, Vico, Leopardi, ¡Uf...! Baudelaire, Laforgue, Mario Praz, Mircea Eliade, Berenson; nuestros Bioy, Bianco y Marechal, la poesía de Rosenberg y de Aulicino. Lampedusa, Jünger, Simone Weil, Willa Cather, Bill Shakespeare, Calderón, San Agustín, Leon Bloy, Carl Schmitt…, los ensayos del último Pasolini... es mucho ¡por suerte!
 Ah y también a Faretta. Porque como dice Hugo Padeletti con toda inocencia  “A mí me encanta releerme”

13.                        qué pensás del romanticismo alemán?
    
Bueno, lo he puesto por escrito varias veces. Es la primera forma sistemática de oposición al liberalismo anglosajón y a la revolución industrial. Pero su pecado original, que arrastra todavía hasta hoy -ya no siendo alemán sino romanticismo universal- es su confusión y yuxtaposición de las esferas estética y religiosa.
 
14.                        el silencio, la soledad, la transparencia, el orden, adentro, afuera, a veces, nunca ?
    
Um... salvo la transparencia, esas son cosas para nada latinas o mediterráneas. ¿El silencio? Amo la conversación ¿Soledad?, Sí, a veces, para gambetear cretinos. ¿Orden? Sí pero no el hiperbóreo sino el convite, donde el adentro y el afuera se unen armónicamente.

15.                         qué fue lo imposible?
   
Por ahora que San Lorenzo de Almagro ganara la copa Libertadores.

16.                        la poesía es una arma cargada de futuro, pasado, eternidad?

Cargada de deudas es seguro. Desde la edición de “Las flores del mal” que estamos en deuda. ¿Futuro, pasado? Entonces mejor eternidad que contiene las dos formas temporales  

17.                        la poesía es literatura?

Todo es poesía, si la entendemos como póiesis.

18.                        qué lugar ocupa la poesía argentina en Latinoamérica y en la lengua castellana?

El mismo lugar que ocupa Argentina en el resto de las actividades. Es -o fue, mejor dicho- la otra América. Frente a la anglosajona, protestante y puritana es la versión latina y católica antipuritana de América. Pero todo eso -me temo- fue. Pero ese “fue” ha producido cosas excepcionales, maravillosas, hasta únicas.

19.                        cuáles poetas argentinos te parece que deberían estar y no están?

Se me ocurren dos: Magdalena Harriague y Héctor Ciocchini. Ah, tres con María Granata. Claro que deberíamos preguntarnos ahora qué es ese lugar del estar y quién los hospeda allí. 

20.                        alguien te llevó o fuiste solo a esa palabra oscura?

No creo en lo oscuro creo en lo hermético.


21.                        la poesía es una tarea del espíritu o una emanación de la historia ¿hay espíritu, hay historia?

 Hay espíritu y éste cae o se derrama modo sui en la historia. Si esto es así -como creo- la poesía formaría parte de ese espíritu que se derrama en la historia. O mejor: la poesía es la forma sensible o lo que puede ser sentido de ese Espíritu.

22.                         Hay cuál es la mayor dificultad en la relación existencia-poesía?

El día a día. El creerse que se puede ser poeta por un juego malabar de la mente o, peor aún, que debemos hundirnos en la idiotez programada, en la sordidez industrial, en lo que llamo “diferencia tecnificada”, para escribir poesía. Encima estos argumentos los esgrimen poetas en ciernes que políticamente se identifican con el “cambio” y la “revolución”. Vaya. Reventarse para ello no parece nada útil ¿no?
  ¿Se acuerda de esa canción de Litto Nebbia “Las drogas trajeron sólo destrucción/pararon toda una revolución”


23.                        quisieras responder otras preguntas, quisieras hacer otras preguntas?
   
Luego de un cuestionario tan meticuloso como el suyo no parece oportuno.




Publicó :
 “Datos tradicionales” (poemas) “El concepto del cine (ensayo)”, “El saber del cuatro” (relatos) “Espíritu de simetría” (recopilación de artículos sobre cine y literatura), “Tempestad y asalto” (novela), “La pasión manda” (ensayo), “Cinco films argentinos” (ensayos)




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