1. qué objetos te acompañaron toda tu vida?
2. sentís presencias, voces, músicas del trasmundo?
3. qué pensás de la rosa, los anillos, el mar y los tatuajes?
4. cuál es tu superstición?
5. en qué parte del cuerpo, el aire o el paisaje sentís la poesía?
6. escribís mientras escribís o antes o después?
7. qué autores no releerías?
8. de los poetas que conociste cuál, cuales te parecieron que unían su vida a sus palabras?
9. qué, quién, quiénes escribe en vos?
10. vuelven algunas palabras, algunos temas o algunos climas?
11. en tu vida, la poesía como propósito, destino o circunstancia?
12. qué quisieras leer mañana, que quisieras releer para siempre?
13. qué pensás del romanticismo alemán?
14. el silencio, la soledad, la transparencia, el orden, adentro, afuera, a veces, nunca ?
15. qué fue lo imposible?
16. la poesía es una arma cargada de futuro, pasado, eternidad?
17. la poesía es literatura?
18. qué lugar ocupa la poesía argentina en Latinoamérica y en la lengua castellana?
19. cuáles poetas argentinos te parece que deberían estar y no están?
20. alguien te llevó o fuiste solo a esa palabra oscura?
21. fuera de la poesía que campo del arte te interesa?
22. la poesía es una tarea del espíritu o una emanación de la historia ¿hay espíritu, hay historia?
23. cuál es la mayor dificultad en la relación existencia-poesía?
24. quisieras responder otras preguntas, quisieras hacer otras preguntas?
RESPUESTAS
1. Tengo todavía la primera muñeca que me regalaron. No le tengo un cariño especial, pero el plástico no se degrada fácilmente y como es toda una sola pieza nadie pudo desarmarla y duró. Es una muñequita tenista. Supongo que ahora se la dejaré a mi hija, solo por haber sobrevivido, no porque le tenga cariño, insisto. Y veremos entonces a cuántas generaciones acompaña el plástico.
2. Creo que lo que está sobre o debajo o entremedio de la realidad que habitamos se comunica con nosotros de raras formas. Recibo constantemente regalos o mensajes de mis abuelas, ya muertas, aunque no me hablan con palabras.
3. La rosa, los anillos y los tatuajes comparten para mí su virtud ornamental. Tengo muchos anillos, recibo rosas periódicamente y no tengo tatuajes, porque el único que me haría sería muy grande y no he podido definir el mejor lugar de mi cuerpo para llevarlo.
5. Siento la poesía en el aire, en el paisaje y en las manos. Muy de vez en cuando, se siente como una náusea en la boca del estómago.
6. Escribo antes, mientras tanto y después de escribir, siempre que esté escribiendo. Es decir, que hasta que no llega una palabra estoy en el vacío expectante cual un animal cazador.
9. Escribo yo, nada me escribe y nada escribe en mí más que yo. Si no, sería sacerdotisa, hechicera o chamana pero ninguna fuerza me ha elegido como médium.
10. Son los mismos temas, los mismos colores y los mismos climas que van y vienen, del derecho o del revés, con más o menos sombra.
12. Quisiera releer el Quijote pero como si lo leyera por primera vez.
13. ¡Debería releer a Novalis y a Hölderlin! Me conmueve el espíritu de esa época. En alguna época me entusiasmó el primer romanticismo alemán. Siempre me fascinó que un movimiento artístico se llamara Tempestad e ímpetu (Sturm und drang suena mucho mejor) y lloré y devoré las desgarradoras cartas del joven Werther (que no me animaría a releer para no desilusionarme: respuesta a la pregunta 7).
16. La poesía está cargada de pasado, de futuro y de ahora, que es casi lo mismo. Pero lejos está de ser un arma. Podría ser más bien un río como el de Heráclito.
24. ¡Sí!
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